Notas sobre la cerca de la ciudad 1558
Esta
nota de 1558 indica claramente el estado en que se encontraba ya la cerca de la
ciudad. En realidad nunca llegó a ser un elemento defensivo como lo era en
otras ciudades, las lindes de los reinos
cristianos estaban lejos cuando en el siglo XIV se amuralla Mondoñedo por lo
que el trazado de sus muros responden más a una delimitación territorial a
efectos fiscales y propietarios que a una necesidad de defensa de ataques
armados de fuerzas del exterior. De todos modos el S. XIII había sido algo
convulso, durante toda esta centuria diferentes villas dependientes del poder
temporal del obispo se habían rebelado en mayor o menor medida contra el
haciendo valer sus fueros reales, fueros que en su momento habían sido repartidos
como rosquillas entre los núcleos de población de toda la comarca con el ánimo
de fijar población concentrada siempre bajo control real. Este juego a dos
bandas resultaba especialmente incómodo para los señores locales que no conseguían
mantener el control con eficiencia en un territorio relativamente reducido,
enfrentados siempre a una importante caterva de media baja nobleza forjada en
las guerras de expansión se los reinos cristianos. De cada poco tiempo surgían
unos pocos revoltosos por cada zona que desafiaban el poder del obispo. Este
ante todo disponía del poder territorial sobre todas sus posesiones recibidas
de mano de los reyes en el momento de conformación de la diócesis, y además del
era el poder temporal de toda su jurisdicción. Precisamente estos problemas
llevarían a la creación de la figura del encomendeiro, que controlaba en su
nombre el territorio a sangre y fuego, por lo general con más perdidas que
ganancias tanto para el campesino de a pie como para su señor. Desde luego esta
cierta tumultuosidad local conllevaría la necesidad de poner algún límite al
territorio de la capital, precisamente serían en las últimas obras que se están
realizando en nuestra catedral cuando se han encontrado bolaños de trabuco sirviendo
como almenas de tejado lo que indica que o se llegó a librar alguna reyerta en
nuestra ciudad o se disponía de cierto arsenal por si fuese necesario llegado
el caso. Documentalmente conocemos ataques a propiedades del obispo como el
coto de San Martiño durante la primera mitad del S. XIII.
Fuera
como fuese el muro de Vilamaior nunca destacó por su fortaleza ni
majestuosidad, inútil sería que intentásemos ver unas murallas de Toledo o León
en Mondoñedo, ni siquiera unos muros de Viveiro, pues estos últimos mejoraron
sustancialmente con la reforma de la ciudad en el S. XVI, vistiéndose con
puertas destacadas y monumentales como la del castillo. En 1558 los muros de
Mondoñedo estaban ya en ruinas y desde estos años hasta su definitiva desaparición
entre finales del S. XVIII y mediados del XIX sufrirían una lenta agonía de
restauraciones parciales y lienzos desplomados cubiertos de maleza. Precisamente
en la nota que acompañamos se puede ver como el regimiento, que en este momento
era ya el único gestos de la cerca, usa muchas veces, no sólo la que ahora
mostramos, de obras civiles para conseguir que se reparan partes desplomadas de
la muralla, permitiendo no solo adosar casas a ella si no que estas
compartieran muro de manera natural.
En
este caso la obra de la casa del regidor Juan López de Prabeo, permitida por el
resto del regimiento terminaría siendo parte de la propia puerta de la ciudad,
lo que no deja de ser indicativo a la par de chocante.
<05-05-1558>
Sobre la pared / que izo el regidor Juan / Lopez de Prabeo junto de / la puerta de la
villa
En la çibdad de
Mondoñedo a çinco dias del mes de mayo del / año de mill e quinientos e çinquenta e ocho años ante
los magnificos / señores Juan de la
Peña alcalde mayor de la dicha çibdad y obispado de /
Mondoñedo por su señoria el bachiller Labrada alcalde hordinario Juan / Abad
Luys de Luazes regidores della paresçio presente / Juan Lopez de Prabeo vezino
e regidor de la dicha çibdad e dixo / que por quanto el queria hazer çierta
pared y hede / fiçio junto de su casa y donde solia estar la çerca / e muro de
la dicha çibdad que se abia caydo e deshecho / por ende que pedia a los dichos
señores justizia e regidores / fuesen por sus personas a ver lo suso dicho e
marcar e se / ñalar por donde se podiese hazer mejor sin hazer / perjuizio a la
dicha çibdad e conçejo ni a otra persona / alguna los quales dixeron que
estaban prestes / de luego lo hazer e ansi luego fueron ber el çimiento que /
estaba hecho en el dicho lugar donde ansi queria hazer / la dicha pared e visto
como no hazia perjuyzio a / ninguna persona antes hera provechoso para la dicha
/ çibdad por se azer de nuevo la dicha çerca e pared / dixeron que mandaban que
hiziese la dicha pared / en el dicho lugar tomando la hesquina de la torre de
la casa / del dicho Juan Lopez de Prabeo questa hazia la valada e / de alli
venyese rodeando asta la hesquina de la / puerta e pared de la puerta de la
villa de manera que la / hesquina de fuera del dicho muro e pared veniese / con
la hesquina de la portada de la puerta de la villa / e que la pared fuese
fuerte reçia e vyen hecha / como se requeria en semejante lugar testigos el /
liçençiado Castro e Cristobal Sagrario e Luys Texedor vezinos / de la dicha
çibdad e Vasco Rodriguez clerigo de Goyriz
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