Obras de reconstrucción del Puente de Viloalle
Puente de Viloalle, obra del S. XVIII
El periodo
transcurrido entre 1595 y 1605 aproximadamente podemos considerarlo
como uno de los más pobres en múltiples aspectos de la historia de
nuestra ciudad. En estos diez años no sólo nos encontramos con la
desoladora epidemia de peste de 1598 si no también con dolorosos
años de hambrunas y carestía de alimentos. Por otro lado las
tensiones políticas que Felipe III había heredado de su padre
habían calado en las ciudades de provincias a base de sisas, nuevas
alcabalas, sisas a las ya existentes y dolosos repartimientos.
Prácticamente
se paralizan las obras de construcción urbana que habían
protagonizado todo el siglo XVI, incluso se retrasan algunas de tal
calado como la simple reparación de puentes y caminos. Los servicios
públicos pasan años de debilidad.
El sistema
de compensación actual que funciona en la administración del estado
impide que alguna provincia, comunidad o localidad se vea falta de
recursos por acaecer en ella alguna desgracia puntual, sea natural o
humana, así pueden activarse en caso de necesidad los protocolos
bien conocidos de estado de zona catastrófica. Además el resultado
de la carga impositiva estatal, aunque se recaude de modo desigual
dependiendo de las posibilidades de cada comunidad, se reparte
igualitariamente para favorecer especialmente a las localidades con
menos posibilidades. Este sistema de reparto es con diferencia la
base de nuestro modelo de económico de autonomías.
Desde luego
en el antiguo régimen, y sobre todo en espacios delimitados urbanos
de tradición y ordenanzas medievales como es el caso de nuestra
ciudad, el sistema de compensación era prácticamente inexistente,
apenas nos encontramos con los repartimientos, tan populares desde la
aparición del estado moderno, mediante los cuales se intentaba
sufragar los desembolsos imprescindibles prioritarios a los que no
podía hacer frente la ciudad con sus propios, usando de un sistema
de suscripción obligatoria. Para conseguir el permiso real o del
gobernador en su nombre para uno de estos repartimientos, la
influencia territorial de la ciudad era imprescindible, de ahí que
en nuestro caso no fuese habitual que disfrutásemos de tales
beneficios, para los que muchas veces nos veíamos obligados a
contribuir.
Mondoñedo
tiene que sacarse las castañas del fuego sin ayuda, así pues la
entrada del siglo XVII es más bien amarga. Por nuestra parte
dejaremos el estudio de los libros de consistorio con el fin de la
primera década de este siglo, amenos hasta que no hayamos vaciado
por completo el resto de información que del S. XVI nos puede
ofrecer el Archivo Municipal que es mucha y variada.
En este
caso nos detendremos en uno de los repartimientos concedidos en torno
al cambio de siglo, una licencia para inversión local nada habitual
hasta el momento, en concreto se requiere de este para reparar la
fuente 1,
y para reconstruir el puente de Viloalle. El proceso de aportación
popular obligatoria se demora por dos años, siendo preciso solicitar
dos cédualas reales pues en principio se contaba con la
participación del cabildo que luego prefiere usar de sus privilegios
y mantenerse al margen. Aunque el clero estaba exento de participar
en repartimientos, sisas y alcabalas, normalmente colaboraba con su
parte en los gastos de la república que beneficiaban especialmente a
la ciudad, con esta negativa vemos como la carestía y miseria de
1602 no sólo afectaba al sector civil de Mondoñedo.
La obra de
reparo del puente se le encarga a Francisco de Castañeda, en este
momento será quien llevará la mayoría de las obras civiles tanto
de fontanería como de aparejado de inmuebles. A diferencia de Juan
de Artiaga que pocos años antes había terminado las obras del
palacio de consistorio, Castañeda aparece como un simple albañil a
quien no se le cometen trazas si no apenas apaños, además es
significativo que no firma de su nombre, posiblemente por no saber
escribir.
Las
fuentes documentales han sido mas prolijas con la saga de los
Artiaga, pasada la peste del 98 y las hambrunas de final de siglo la
ciudad solo dispone de operarios de segunda que se deberán hacer
cargo del mantenimiento y posible reconstrucción de sus propios.
Desconocemos
la envergadura de la obra que llevó a cabo en Viloalle, incluso las
referencias al contrato son vagas, se nos dice que Castañeda ha de
“ losar la dicha puente de canteria y açer los petriles”,
poner la cal para la obra y los vecinos el servicio. Posiblemente,
aunque no se detalla, se mantuviese aún la estructura de madera.
Además el importe de la obra no es especialmente elevado, 600
reales, por lo que no es probable que podamos esperar aquí la
construcción del primer puente de piedra de Viloalle. Quede pues
este apunte como reflejo de los tiempos, como espejo de un larga
década en que la ciudad episcopal se valió de remiendos para
mantenerse de una pieza
25/06/1602
y ansy
mesmo mandaron se pregone su alguna per / sona quisyese poner la
puente de Byllaoalle parezca / ante la justizia y regimiento que se
le admytyra la postura / y rematara en el presçio en que se rematare
//
09/07/1602
la dicha
justizia e regimiento dixeron que por quanto abyan man / dado
repartyr en byrtud de una real probisyon çinquenta / ducados
tenyendo esperanza que su señoria y el canon dieran otros çinquenta
/ ducados que hera lo contenido en la dicha real provision y por que
pusyeron / duda en contribuyr los dichos çinquenta ducados por desir
no estar obligados / dixeron se repartiesen los dichos çinquenta
ducados enteramente en esta / çiudad y su felegresia y se mombraron
por repatidores al regidor Pero Gonzales / de Carballal y Tome de
Represas e a Pedro Ares de Ribadeo y a qualquiera / dellos y por
quanto la dicha real provision benya para que se reparasen las /
puentes de Vyllaoalle juntamente con la fuente dixeron que / para en
cunplimyento de la dicha real provision se yziesen las deligençias /
nesçesarias para que se fuese por otra provision para azer otro
repart / timyento //
22/06/1603
en este
consystorio la dicha justizia e regimiento man / daron atento que
abyan ydo a ver la puente de Byllaoalle / y abyan echado de ver que
sy no se reparaba se bendria / a caer por donde se causaria muy
grande dano y para / que se repare mandaron que se abra a puxa para /
que se remate en el menor postor para que se repare / y se agan las
deligençias nesçesarias
17/05/1604
ansy
mesmo mandaron que de los maravedis que se repar / tieron en bertud
de la real provision para la puente / de Villaoalle se acuda a
(Francisco de ) Castañeda con seys / çientos reales y el dicho
Castañeda aya de poner // la cal el dicho Castañeda y
los carretos los an de po / ner los vezinos de Byllaoalle Byllamor y
Santo Andres / y los mas contenidos en el repartimiento y esto
preçediendo las / condiciones que se remitieron al licenciado Vasco
Martinez de Prabeo / que hes se a de losar la dicha puente de
canteria y açer / los petriles y el dicho Castañeda ay quedo de lo
cun / plyr y açer y lo firmo de su nombre y se le page / en terçias
partes estos maravedis digo que lo firmo / por el y a su ruego el
dicho Jacome Rodrigues para ello de su nombre /
1Las
reparaciones en la fuente de la ciudad se realizaban anualmente y
normalmente se costeaban con los propios de la misma, en estos años,
y de modo extraordinario, es preciso recurrir al reparto de este
gasto menor entre los vecinos de las feligresías cercanas y para
ello se precisa de una licencia real.
Comentarios
Publicar un comentario