La estampa devocional grabada por Angel Piedra para Nuestra Señora de los Remedios en 1783
En su
artículo publicado en el número 76 del Cuaderno de Estudios
Gallegos, dedicado al grabador compostelano Ángel Piedra1
recoge como suyos los trabajos encargados por el obispado de
Mondoñedo para abrir planchas con que imprimir las estampas de
devoción que se dedicarían a las imágenes de San Cosme y San
Damian de Galgao y a la patrona de Mondoñedo Virgen de los Remedios.
Este segundo será el que estudiemos a continuación.
Realmente
eran muy pocos los casos en que la escuela de grabadores compostelana
fuera encargada de abrir planchas para otros puntos de la geografía
gallega, cuando era preciso lo más normal era que se encargase el
trabajo a algún grabador de la capital por la importante diferencia
de precios que había. Los artistas compostelanos acostumbraban a
trabajar en el entorno del templo santiagués y las diferentes
cofradías de esta ciudad, contando algún que otro encargo menor
para estampas de templos cercanos.
Dentro del
grabado del S. XVIII debemos diferenciar tres técnicas, la de boj en
testa, para muchos inventada por el tío de Ángel Piedra, Jacobo
Piedra; la xilografía tanto en madera como su variante en plancha de
estaño y los trabajos en dulce calcográficos en plancha de cobre.
Tanto la
xilografía estándar donde se usaban maderas de diferente dureza
siguiendo la veta, como la variante que se desarrolla a partir de los
40 de este siglo donde se sustituye la madera por planchas de
aleaciones metálicas que se fijaban a tacos de madera para evitar
su rápido deterioro usan de la misma técnica de labrado, mientras
que el boj en testa y el cobre comparten la caligráfico pudiendo
conseguirse con esta mejores y más logrados trabajos, con más detalle
y efecto.
Aunque la
técnica de boj en testa parece que se inventó en Galicia, (el mismo
Mayer aseguraba que había nacido producto del ensayo de plateros y
orfebres usando de sus herramientas propias para repujado, en
plantillas de madera), no dio frutos importantes hasta en S. XIX
acogiéndose la mayoría de los grabadores a los trabajos en plancha
de cobre, el grabado de Nuestra Señora de Los Remedios de Mondoñedo
es un ejemplo de gran calidad de esta técnica de reprografía.
Igualmente
debemos encuadrarlo dentro de los conocidos como estampas
devocionales. La estampa devocional nace con las nuevas prerrogativas
tridentinas para promocionar y popularizar el culto y la hagiografía
de los diferentes santos locales, será precisamente en el S. XVI
cuando aparecen las primeras impresiones en papel que pretenden
reproducir imágenes populares para ser vendidas por los templos y
cofradías. Durante el S. XVIII las más comunes serán las de
cuarta, aunque también se imprimen de cuarta menor. Igualmente son
mas comunes las copias en papel, las de seda se destinan a un público
más acaudalado. Para abrir la estampa se recurría a un pintor o
dibujante local cuando el grabador no tenía la posibilidad de ver en
persona la imagen que se deseaba reproducir. Este tomaba un apunte
del original que sería usado como modelo. Posteriormente el grabador
contratado abría la plancha y la entregaba al comitente, el proceso
de impresión dependía del caso, en la mayoría se entregaban las
planchas a una prensa profesional, muchas veces prensas madrileñas
que podían sacar gran número de copias por un bien precio y en
diferentes materiales. Solo en contadas ocasiones la cofradía,
templo o diócesis disponía de tórculos propios. La estampa de
Nuestra Señora de los Remedios tiene comitente anónimo y se dedica
al obispo Cuadrillero y Mota, en su pie se puede leer igualmente la
firma del grabador, Angelus Piedra Sculpsit Santiago 1783 y
del dibujante D. Joseph Ciprianus Rico presbítero del
templo. El resto del texto es
bastante común al de otras muchas estampas, en el se incluyen los
datos identificativos de la imagen y las indulgencias que se concedía
por orar frente a ella. Verdadero retrato de la milagrosa
imagen de nuestra señora de los Remedios que / se Venera en su
capilla extra muros de la ciudad de Mondoñedo dedicase al /
Ilustrisimo señor don Francisco Quadrillero y Mota, del consejo de
su majestad obispo y señor de la / misma ciudad y su obispado el que
concede quarenta de indulgencia a los que devotamente / rezaren una
salve delante esta santa imagen/
Angel
Piedra Rodriguez nace en en Belbís, barrio de la parroquia de Santa
María la Real de Sar en 6 de noviembre de 1735, hijo de Pedro
Bastian Clemente da Pedra Gonzalez vecino de la calle de San Pedro y
de Ines Rodriguez de Belbís. Vive una vida acomodada con su esposa y
sus once hijos en la parroquia de San Benito del Campo, durante su
vida ocupa cargos importantes en diferentes cofradías compostelanas
en las que trabaja como platero y grabador a cambio de quedar libre
de mayordomías y pago de caridades, en 1766 ingresa con su esposa en
la Venerable Orden Tercera con cuyo hábito será enterrado.
Pertenece también a la escuela de Cristo de San Felipe Neri de la
que es elegido diputado secular, además lo encontramos en la de San
Roque y de las Ánimas con indultos de mayordomo a cambio de su
oficio de grabador.
Su
formación, se supone discípulo de Frai Ambrosio de Santo Tomás
conventual de San Domingos de Bonaval, algunos lo consideran alumno
durante tres años de la Academia de San Fernando siendo discípulo
de Salvador Carmona, otros suponen, probablemente con mas acierto,
que fue discípulo y aprendiz de su tío Jacobo de la Piedra, con el
que colaboró en la ejecución de las rejas del altar del Apóstol en
la catedral. 2
Sus
obras como platero son muchas y muy conocidas y como grabador puede
considerarse uno de los mas destacados del panorama artístico del S.
XVIII en Galicia. Al igual que Jacobo, trabaja en estilo barroco
aunque con una traza mucho mas clasicista que su tío. Su técnica
por lo regular es repujado sobre plancha de cobre. Fallece en 6 de
diciembre de 1800 recibiendo sepultura con hábito franciscano en la
iglesia de la Orden Tercera de Santiago.
En
lo que respecta al grabado de Nuestra Señora de los Remedios,
representa de manera fidedigna el tabernáculo barroco labrado para
la renovación de la ermita de tiempos del Obispo Sarmiento de
Sotomayor. La imagen se nos hace desconocida, principalmente por la
indumentaria que lleva actualmente, en el grabado se ve vestida a la
moda de los austrias, con “verdugado” bajo la “basquiña”
acampanada y sin cola, corpiño sin gorguera y “rostrillo” de
plata repujado enmarcado la cara. Los brocados son de diseño rococó
con motivos vegetales estilizados y rocallas.
Por
el grabado no nos es posible confirmar que sea esta una imagen
revestida, como sucede a partir de la segunda mitad del S. XVI,
aunque el cerquillo del rostro o “rostrillo” nos hace pensar que
así sea, junto con la peana sobre la que se dispone que parece
mostrar un imagen más pequeña que la actual, al igual que existen
ciertas diferencias entre el tabernáculo que vemos en el grabado de
Piedra y el que hoy se conserva, realmente casi todo está copiado al
detalle lo que nos hace pensar que el modelo semi exento que dibuja
Cipriano Rico para luego ser abierto en cobre puede que fuese el que
en su momento tenía delante, incluyendo las importantes orejas
laterales a modo de rocallas con guirnaldas de flores que hoy han
desaparecido aplanando así la estructura contra el resto de la calle
del retablo y restando profundidad al conjunto. De todos modos
siempre debemos tener en cuenta que el grabador disponía de cierto
nivel de libertad creativa, aunque se le solicitase la reproducción
exacta de la imagen a venerar no es extraño que completase con
elementos de su cosecha lo que faltara para poder crear un todo
coherente. En otros casos el encargo solo requería reproducir la
forma santa en si sin el contexto, de ahí que algunas imágenes
aparezcan en los pliegos devocionales, sobre nubes, incluidas en
escenarios campestres o adaptadas a retablos imaginados, desde luego
no es este el caso.
1Bouza
Brey, FERMIN, El Grabador y Platero Compostelano Angel Piedra,
Cuadernos de estudios gallegos Nº 76, 1970
Barriocal Lopez. YOLANDA, El Grabado
compostelano del siglo XVIII, Coruña 1996
Comentarios
Publicar un comentario