La corrida de toros del 25 de julio de 1598, un festejo para momentos difíciles

 


Durante todo el año de 1598 Mondoñedo estaba pasando por diferentes calamidades motivadas por varios frentes abiertos que habían hecho más compleja la subsistencia en la comarca. Por un lado la epidemia de peste negra se había cronificado y aún pasarían un par de años hasta que dejase de ser un problema serio y motivo de alarma para mindonienses y mariñanos.






            Junto con el azote de la pandemia unos años de sequía se habían combinado con veranos mas lluviosos de lo habitual y el cierre del mercado marítimo por la guerra en que el imperio se había embarcado con Francia e Inglaterra provocando una fuerte carestía de cereales, llevando a que la ciudad hiciese un esfuerzo especial para conseguir fondos prestados para comprar pan en los sitios de España donde aun se dispusiese de reservas que, por cierto, no eran muchos,




            En su discurso como doctor Honoris Causa el profesor Geoffrey Parker trata este tema para ilustrar los efectos del cambio climático que sufría Europa en esta centuria, precisamente se estaba alcanzando el punto cumbre de la que conocemos “pequeña edad de hielo” (S. XIV-XIX) con las curvas propias de todo periodo frío atípico.

Los registros cuentan la misma historia, En 1595, el ayuntamiento de Palencia señaló que por razón de la sequía, el pósito tenía que proporcionar semillas a “los labradores desta ciudad para sembrar”. Aunque 1596 vio un mejor rendimiento de las cosechas, las del año siguiente resultaron estériles y en el 98 el ayuntamiento señaló que “los trabaxos del año e perdición de las viñas que agora hultimamente an perecido por el yelo” y “la necesidad grande que se hesperava de trigo para el año que viene en respeto de ser el año tan seco y, al parecer estéril”[i]

            Mondoñedo se había referido a esta carestía con estas palabras: dixeron  que atento queste año presente abya sydo y hera mucha la nesçesidad y falta de frutos que en los mercados desta çiudad con ser  prençipio de cosecha llegaba a beler la anega de trigo a veinte  y çinco y veynte y seys reales y la de zenteno a veinte a veynte y uno  y a este presçio no alla y se hespera y teme que a de subyr  a tanto presçio que no se pueda pagar ni la xente llegar a ello  ni allarlo y por razon de las guerras estar la mar çerrada que no se nabega por falta de los pyratas y guerras con  los reys de françia e ynglaterra donde se solia probeer en semejantes nesçesidades.

            Para terminar la escena habían llegado para aposentase una temporada tres compañías de soldados, este es un problema repetido durante todo el último cuarto del S. XVI pero ahora llegaba en el peor de los momentos, así se lamenta el consistorio en fecha de 17 de febrero a la capitanía y al gobernador general del reino:

            En este consistorio la dicha justiçia y regimiento dixeron que por quanto a esta çiudad el domingo pasado llegaron tres compañyas de soldados y la tierra estaba muy fatigada por aber falta de pan y bino y aber faltado este año por nuestros pecados acor daron que se hescrebiese al señor gobernador deste reyno para pedille remedio dello y saque alguna xente desta o ynbie probysion para  que se pueda sacar pan y trigo de donde lo hubiere para probysion de  la dicha xente de guerra y la de la tierra que padesçe hambre y nesçesidad.

            Pronto verá la luz un artículo mío sobre la crisis del 1598, centrándome sobre todo en el problema del cereal, aunque esta entrada pueda servir de aperitivo me interesa más para ilustrar como se celebra el día del Apóstol, patrón de la parroquia de intramuros de Mondoñedo en un año tan complejo y luego de tantos esfuerzos para asegurar el sustento de sus habitantes, con una regalía extraordinaria a modo de festejo taurino que normalmente se reservaba para el día de San Juan y el de Nuestra Señora de Agosto junto con alguna oportunidad especial como nacimientos y bodas reales, victorias el batallas sonadas etc.




20-07-1598

“En este consistorio mandaron que para la fiesta del señor Santiago se traygan dos toros para que la gente de guerra se regozixe y se pagará por ellos lo que mandaren y taseren el regidor Pero Gonzalez y Domingo de Pereiras obligado y mandaron,  que se aga una zena y se conbyde para ella el capitan Mexya y su alferez y camaradas y se de libranza para que Bartolomé de [ii]Luazes de dos mill maravedis para la dicha çena a Pasqual Trigo.”

            Este corrida además destaca por terminar con un ágape en común entre el consistorio, es de suponer, y los cargos superiores del destacamento acuartelado en la ciudad, no olvidemos que lo que en un principio había resultado un problema luego se tornaría en gran desahogo, pues de la compañía del capitán Mexía de Tovar usan para obtener cirujano que lidiara con los apestados confinados en Seibane, escoltar los pescados que retenían los puertos de Burela y Foz al negarse a abastecer a la capital y vigilar las cargas de trigo que llegarían de Coruña y Castilla vía Asturias para rescate de la república.

            De algún modo la ciudad estaba agradeciendo todos estos servicios con un festejo en el día de los reyes cristianos desde el S. IX y de España a partir del S. XVII.



[i] La crisis de 1590, Felipe II y sus enemigos ante el cambio climático. PARKER, Geoffrey. Discurso como doctor Honoris Causa para la universidad de Burgos 17 de septiembre de 2010

[ii]REIGOSA MENDEZ, ROBERTO. La muerte negra en el Mondoñedo del siglo XVI. Rudesindus nº12, 2019, págs. 225-252

 


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