Las corridas de toros en Mondoñedo, alegrías de 1559
En mayo de 1559 se recoge en el libro
de consistorio mindoniense una ordenanza
real en la que se informa del tratado de paz al que llegó el emperador con el
rey de Francia, pidiendo que se celebre este como es costumbre. Estas paces
serán las que conocemos como las de Cateau-Cambresis. Las celebraciones en
Mondoñedo incluían siempre una corrida de toros, costumbre que se mantendrá en
nuestra ciudad hasta el siglo XIX. Por supuesto las corridas de entonces no
tienen demasiado parecido con la idea que tenemos de toreo actual. En un
principio no existía ningún tipo de especie animal que fuera criada
especialmente para estos eventos. Los toros a los que se refieren son
simplemente bueyes sin castrar que se encargaban al encargado de las carnicerías
municipales. En este momento la encargada era Mayor Golpa, carnicera que
trabaja entre 1550 y 1570 para el cabildo y el ayuntamiento. Una figura
femenina en un mundo de hombres y en una época de hombres, que además fundará
toda una saga de carniceros activos hasta bien entrado el siglo siguiente.
El toro se
corría en todo el casco con el perímetro de la muralla como límite espacial,
terminando en la plaza de la catedral, la corrida era sin muerte pues era
habitual que cada animal sirviese para varias festividades pues no era
precisamente una carne barata, en este caso se deja ordenando que se reserve
para la corrida de San Juan. Luego era sacrificado en la carnicería y su carne
solía venderse al precio de la de la vaca al público general.
Vemos además
como se incluyen en los gastos arona (podemos suponer que se refiere a arena),
garruchas y atabaleros. En un espacio apenas pavimentado el uso de arena se
presenta casi imprescindible para facilitar la corrida, los atabaleros o
tamborileros están presentes en todas y cada una de las fiestas que se nos
describen en estos libros con más o menos detalle, sirviendo como
acompañamiento militar, de pregoneros o simplemente para introducir actos.
Las
garruchas nos ayudan a comprender qué tipo de corridas eran las celebradas y
como se divertían los vecinos en ellas. La garrucha o garrocha es el tipo de
hasta con punta de metal que usan actualmente los rejoneadores en las corridas.
En su momento era usada por todos los vecinos para azuzar al animal, junto con
otro tipo de garruchas de hasta corta que se empleaban a modo de dardo.
Igualmente se estilaba el santo de la garrucha, donde el atrevido usaba este
palo como pértiga colocándose delante del animal y haciendo que arremetiera al
hasta para así poder saltar por encima.
Mandaron dar librança para Jacome Yanes de los dineros que tiene desta
çiudad pague a Mayor Golpa los maravedís que costó un toro que se corrió ayer
domingo de la Trenidad por el regozijo de las paçes y mandaron que el toro se
guardase para el dia de San Juan y se benderia en la carnizeria y se pagarían los
dineros
Otrosy mandaron que para los gastos que se hizieron en las alegrías de
las paçes asy de atambores como de otras cosas arona garruchas y atabaleros se
paguen veynte e syete reales a las partes que entendieron en ello e para ello
mandaron dar librança al procurador general desta çiudad.
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