Definición final de la casa de la alhóndiga, 1608, hacia el edificio actual
Alhóndiga de Mondoñedo
Conforme la
ciudad medieval evoluciona y gana espacios públicos propios de
ciudad moderna varios nombres poco a poco quedan encajados en el
imaginario de un callejero ya propio del renacimiento. La constante
lucha por disponer de medios civiles que hiciesen atractiva la
habitabilidad de estos núcleos lleva al regimiento de las ciudades
del XVI a completar sus propios con nuevos edificios que hasta el
momento na habían sido precisos, sobre todos aquellos en los que
residía la soberanía de la ciudad desligada de sus señores
territoriales fuesen feudales laicos o eclesiásticos, y nexo con las
comandancias de gobierno territorial central, siguiendo siempre el
modelo centralista propio de los recientemente creados estados
modernos.
Desde luego
para Mondoñedo la principal obra en la que el regimiento deja todos
sus esfuerzos tanto económicos como de mediador entre el estado y la
iglesia, será el palacio de la ciudad, como se acostumbra a llamar
en las urbes italianas renacentistas al consistorio. Junto a este,
que nace y crece siguiendo el decoro arquitectónico de un edificio
civil donde reside el poder popular, con una mezcla entre la basílica
romana y la villa renacentista con la mirada aún puesta en la logia
gótica, con sus escudos de armas como gran cartel anunciador de uso
y costumbre, donde reside el símbolo del poder compartido a igual
parte de iglesia, estado y ciudad, con su zaguán a modo de pórtico
o soportal de armadura recia como foro abierto a todo vecino que
precisase de su abrigo, con su pendón y su cubierta almenada,
recordándonos que junto a la administración del bien común reside
entre sus muros el imperio de la ley, lex dura, sed lex, estas
almenas que ya no interesan como baluarte defensivo para defender y
atacar a ser preciso pero recuerdan que bajo estas premisas ha nacido
y ha crecido la ciudad.
Pero junto
a este logro del poder civil, diseñado desde la tradición de los
nuevos tiempos y las nuevas ideas, donde su volumen y estructura
junto con su ornato es mensaje para letrados e iletrados, residen
otros muchos símbolos y síntomas de cal y canto que recordaban que
Mondoñedo había alcanzado su mayoría de edad, la reflexión
constante del regimiento sobre como crear un entorno mas habitable
para sus vecinos propiciaba que la figura de pechero dejara lugar a
la de ciudadano. El simple campesino que se acoge durante el
renacimiento urbano del XII al abrigo militar de los templos o
fortalezas feudales, atraído por las ventajas de fueros y cartas
pueblas y seducido por la aparente seguridad de sus muros, queda
atrás y es sustituida por el artesano, mercader o político que paga
alcabalas y pide a cambio ventajas frente a su contemporáneo rural.
Durante la
segunda mitad de este siglo se conforma la imagen que tenemos de
Mondoñedo, incluso la que suele presentarsenos como retrato de
medievalidad. Las estructuras urbanas de calles, callejas y pasadizos
no aparece hasta este momento, de los años anteriores solo conocemos
el nombre de dos o tres arterias principales, probablemente heredadas
de una distribución muy anterior, sin pavimentar, con casas de poca
envergadura desperdigadas sin excesivo orden, ni en linea ni en
altura ni en plaza, con puntos donde el espacio se ensanchaba para
crear espacios vacíos mas que abiertos y otros donde los volados de
las viviendas llegaban a tocarse entre si impidiendo el paso de
carruajes y hasta de personas a caballo.
De este
medievo apenas podemos rescatar la figura del centro de poder
temporal, la catedral y sus palacios adyacentes, los muros que ciñen
el entorno habitado levantados en el S. XIV, el hospital intramuros
que servía de fonda y casa de reposo y la casa de alhóndiga.
El hospital
de San Pablo había sido símbolo de Mondoñedo desde sus primeros
años como nuevo núcleo medieval compartiendo funciones de piadosa
acogida a caminantes y enfermos con el de San Lázaro y el de San
Juan, ambos estos ligados a sendas órdenes hospitalarias, y todos
ellos precisos en una ciudad que aspiraba a ser punto de encuentro y
espacio de reposo de comerciantes y peregrinos, principalmente para
los que habían decidido emprender el peregrinaje jacobeo.
La catedral
representaba el poder espiritual y temporal, disponiendo de torre
fortaleza, cárcel y muros propios para guardar el homenaje del
obispo, juez y señor.
En estos
momentos el único símbolo que tímidamente podía manejar la
república era la casa de alhóndiga, adquirida en foro a principios
del S. XV de manos del obispo y su canon y que representaba con
nitidez el nuevo camino que debería tomar la ciudad si pretendía
sobrepasar el estatus de simple burgo, a nivel formal claro. No
olvidemos que desde 1156 podía llamarse ciudad pero la entidad de
tal debía ganársela. La casa peso, aduana, o alhóndiga
representaba para Mondoñedo un símbolo de su recién adquirida
función de epicentro comercial de la comarca, no olvidemos que estos
edificios eran en principio el equivalente en las ciudades de los
cilleros en el rural, depósitos de cereales que en este caso servían
a las necesidades de todos los vecinos. En Mondoñedo la alhóndiga
se usó desde primer momento como resguardo último del regimiento
civil, en un mundo donde la vara de justicia estaba en manos de los
delegados eclesiásticos como el provisor y sólo en contadas
ocasiones corregidores reales devolvían solo de forma simbólica el
gobierno a la ciudad.
Localizar
la alhóndiga ha sido para nosotros, bien lo sabéis quienes me
seguís a través de este medio, de gran interés sobre todo por que
estábamos seguros que representaba mejor que ningún otro símbolo,
los desvelos de nuestra ciudad por disponer de entidad propia. En el
momento adecuado dedicaré tiempo y tinta a analizar toda su
historia, al menos la que conocemos pero para llegar a este punto
precisaremos de mayores licencias pues el que fuera símbolo de
ciudad es hoy de propiedad privada.
Aunque sea
así podemos jactarnos de conservar su arquitectura tal y como se
conformó a principios del S. XVII, momento en que tomaría su
definitiva forma. Hasta 1605 había servido de depósito de grano,
pescadería y casa consistorio, de su fachada había colgado el
pendón real en los alardes y había crecido desde su inicial media
planta, apenas 16 metros cuadrados, hasta los cerca de 100 gracias a
la adquisición por parte del consistorio de inmuebles colindantes.
Posiblemente esta mixtura de casas de diferentes formas, alturas y
conservaciones había llevado a que en esta fecha se propusiese una
reforma de todo el edificio para integrar sus distintas partes y
solventar problemas de estabilidad que había acarreado durante toda
su historia de parches y apaños.
La
alhóndiga era uno de los pocos propios de que disponía la ciudad
para obtener beneficio, así cada varios años sacaba su gestión a
concurso. Apenas veinte años antes del inicio de estas obras se
había incluido en su planta parte de una torre vecina (entendamos
torre desde el lenguaje arquitectónico del urbanismo bajo medieval,
es decir un edificio más que destacaba unicamente por su mayor
proyección en altura) para que pudiese funcionar como fonda pública,
y aunque también se abrirá otra en la vecina rúa “dos Ferreiros”
en 1616 consta este uso en el apeo de oficios del que ya hemos
hablado.
En 1605 se
considera de urgencia renovar el tejado de esta, firmando contrato
con Alonso Lourenzo Mouriño,
22/11/1605
en este
consistorio se conzertaron con Alonso Loren / zo Mourino carpintero
en que le dan diez ducados y du / çientos clabos para adrezo de la
casa de la alhon //(diga) y
que aya de poner la madera y todo lo demas que fue / re menesteroso y
el dicho Alonso Lorenzo quedo de lo cumplir / y hansi mesmo
concordaron con Juan Rodrigues cantero / para que aya de cubrir la
dicha casa y poner los ofiçia / les y le an de dar dos ducados por
su trabaxo y el procurador / general compre la losa asta quatro
carros de losa / y los clabos çiento tyene pago el regidor Adan Diaz
Teixeiro / y los çiento a de pagar el procurador general /
Justo
antes de terminar el año se decide ampliar el contrato con Mouriño
para que realizase ciertos reparos generales a par del tejado, en
este contrato se nos dibuja por primera vez el plano de la alhóndiga
tal y como se pretendía disponer para uso de fonda con dos
habitaciones completas como se nos recuerda en 1616, es el punto en
que se decide rehacer la fachada “azer
una hestrema por debaxo la byga grande toda entera de pared a pared”
y
partir el interior en dos estancias, “y
otra de por medio questreme dos aposentos”. Los
problemas estructurales se hacen notar por primera vez ante una obra
ya no de remiendo si no de reedificación que unicamente pretendía
conservar los muros perimetrales. En concreto los restos de la torre
que se había comprado para ampliar su cabida estaban en ruina e
impedía realizar la obra con seguridad.
19/12/1605
en este
consystorio la dicha justizia y regimiento dixe / ron que por quanto
estaban conçertado con / Alonso Lorenzo Mourino que adrezarse la
casa de / la alhondiga en la forma seguiente / que a de solear toda
la cozina de dentro según / que le fue señalada por los señores
justizia y regimiento / y a de azer una hestrema por debaxo la byga /
grande toda entera de pared a pared y otra / de por medio questreme
dos aposentos y dos puer / tas en los dos aposentos y la hestrema la
/ brada de una faz y de dentro byen compuesta / con sus couzeiras y
de fuera a de azer tres ben / tanas de nuevo y adrezar otra y a de
sollar / un pedazo junto a la torre y remendar algunos / aguxeros y
armar hun pedazo de tabyque ques / ta junto a la hesquina de la torre
de Ynes Fernandes de / Aguiar lo qual todo a de azer a su costa y
poner cla / bazon y madera y todo lo nesçesario y para esto se le /
dan treynta ducados y toda la madera byeja con / que no emplea alli
della cosa ninguna syno la que / fuera buena y a bysta de los dichos
regidores y ca / da uno de los questubyeron presentes para lo qual /
se le manda dar librança con que primero de / fianzas y aga
obligaçion de azella y a dalla echa dentro / del mes de henero so
pena que sy no lo yziere den / tro del dicho mes ques el primero que
byene pagara / los yntereses y alquyleres de la casa y otro / ofiçial
pueda poner la dicha justizia y regimiento a su / costa mas la a de
partenear a bista de los dichos / regidores presente el dicho Aonso
Lorenzo que lo açeto y lo firmo //
El
problema continúa con diferentes requerimientos a Ynes Fernandez de
Aguiar, propietaria de las ruinas, para que procediese a su arreglo o
demolición sin demasiado éxito.
05/05/1606
la dicha
justizia y regimiento mandaron se notifique a Ynes / Fernandez de
Aguiar muger que fue del bachiller Maseda baje aquella / torre questa
junto a las casas de la alondiga dentro de / quinze dias con
aperçibimiento que a su costa se ara bajar y lo / publicaron //
03/01/1607
mandaron
que por segunda ocasión se notefique a la dicha ynes fernandez / de
aguiar repare su casa y la aga bajar pues esta tan decayda y que la /
çiudad tiene gran perdida y daño en no poder reparar la casa de la
/ alondiga y lo aga dentro de seis dias con aperçibimiento que se le
açe / que no lo açiendo reparar mandaran al procurador general /
aga ynforme del daño que la çiudad resçiba y dada ponga o /
fiçiales en la dicha casa que lo aderesçe y llebante la casa de la
alondiga / derribando la torre questa para caer a costa de su dueño
y sus bienes / para lo qual aga las deligençias nesçesarias asy lo
probeyeron / y mandaron presente el dicho Alonso Lopez de Sanço
procurador general / a quien yo escribano notifique el dicho auto //
Ya
en febrero de 1607 la ciudad decide actuar a su costa y encarga a
Juan Rodrigez, cantero, que levante el muro medianero de nuevo
ignorando las reticencias de Ynes Fernandez, insistiendo que si algún
daño ocurriese por el colapso de su casa las costas que este
produjese irían sobre si.
01/02/1607
en
este consistorio acordaron que atento que las casas de la alondiga
hestan / caydas y mal reparadas y la çiudad pierde su renta que Juan
Rodrigues / cantero vezino desta çiudad llebante la dicha casa en lo
que toca a la pared / y se le dara y pagara por cada braça de pared
de tres pies dende abajo / al primero sobrado tres pies y de ally
arriba dos pies y medio y se le / a de dar por cada braça a çinco
reales y medio y se le a de dar piedra / y barro y se a de serbir el
dicho Juan Rodrigues por sy sin dalle mas / de dos dias para rebar y
desaçer la dicha pared questa echa y el çimiento / a de yr a bista
de la dicha justizia y regimiento y paresçiendole ser / mas ancho el
dicho çimiento de los tres pies lo aga y se le pagara res /
petibamente y por los dos dias se le daras ocho reales //presente el
dicho Juan Rodrigues que lo açeto y quedo de dar la fiança /
abonada que se requeria y que no ara ny tomara otra obra / asta
acabara aquesta y que la torre ques la de la señora Ynes Fernandes
de Sabedra / y Aguiar no cayra sobre la casa de la alondiga y si
cayese que corra / por su risgo del dicho Juan Rodrigues / y ansy
mesmo si se hubiese de desaçer otra pared alguna mas de la pared den
/ medio por que le dan al dicho Juan Rodrigues los dichos ocho reales
la ara la dicha justizia y / regimiento de desaçer a su costa de la
çiudad ya aviendo dado la fiança / se le libre librança para quel
procurador general le de diez ducados / y ansy lo probeyeron y
mandaron y Basco Lopez bea los ofiçiales / (+-1) yo para que se les
pague /
12/02/1607
acordaron
que tanto que estaba mandado derribar la torre que esta junto / a la
casa de la alondiga y que su dueña no la a querido derribar / y
reparar la remitian al licenciado Santosomingo alcalde mayor / y al
regidor Albaro de Luazes que la agan derribar y con // y conçertar
por lo que justo fuera atento la gran nesçesidad / que ay //
18/02/1607
ante los
dichos justizia y regimiento paresçio Juan Rodrigues cantero y pidio
se le / pagase el descubrir la alondoga para lo qual se le libraron /
treze reales
yten
mas se trato y concordo con el de que atento que ynes fernandes / de
aguiar no abia querido hazer derribar su casa / como se le abia
requerido y mandado y por ynformazion consta el dagno / que puede
suceder como a paresido y suszedido por lo que lla / cayo y que
ubiera de matar algunas personas y por que no se puede / adrezar la
casa de la alondiga sin que se derroque hordena / ron que fuesen a
ver lo que hera nezesario azerse y derrivar / para el edifiçio de la
alondiga de la çiudad y seguri / dad della y de las personas que por
alli pasan / y reszebida mas ynformasion del dicho daño y nezesidad
/ de reparo que el dicho Juan Rodrigues cantero derrueque lo que /
fuere nezesario y se le señalare por que se le mandara paragar /
todo aquello que mereziere a vista de ofiçiales y para esto / se le
mandaron librar otros dos ducados y se pague Albaro / de las Beranzar
Resulta
curioso como se incide en el riesgo que conlleva el estado del
inmueble en ruinas no solo para las cosas si no también para las
personas “consta
el dagno que puede suceder como a paresido y suszedido por lo que
lla cayo y que ubiera de matar algunas personas”.
En
abril de 1607 se pide permiso al canónigo Albarez para intervenir en
la otra pared medianera, la que en su momento había sido casa torre
del arcediano de Montenegro y aún pertenecía a la iglesia,
03/04/1607
en este
consistorio acordaron que por quanto se llebanta la casa de la /
alondiga y no se puede llebantar sin consentimiento del canonigo /
Albarez remitieron el trato y conçierto della con el / dicho
canonigo al liçenciado Santo Domingo alcalde mayor y al re // gidor
Alvaro de Luazes para que lo bean y conçierten / ansi lo probeyeron
y mandaron y firmaron //
Ya
habían pasado más de dos años desde que Alonso Lorenzo se había
concertado para recubrir toda la casa, en este mes de abril se le
toma cuenta de lo gastado en la obra y se contratan las maderas para
el resto del inmueble, con todos sus sollados, a carpinteros locales
y del Valadouro.
19/04/1607
en este
consistorio paresçio Alonso Lorenço carpintero y se le tomo /
quenta de la madera clabos y ripa y jornales que puso en las casas de
la / alondiga y de los treinta ducados que a resçibido se allo que
tubo / gastado çiento y veinte y dos reales y queda la madera con la
çiudad / y quedo a deber lo mas restante a la çiudad que son
doçientos / y ocho reales que luego pagara y el dicho Alonso Lorenzo
lo firmo /
en este
consistorio paresçio Fernando carpintero y se ygualo con / la
justizia y regimiento en que daria ochenta y quatro pontones de
carballo / a veinte maravedis cada uno y ocho biguetas que an de
tasar las personas / nombradas por la justizia y regimiento con mas
doçientos cangos / de catorze pies en largo cada uno a onze
maravedis puesto todo en esta / çiudad a su costa del dicho Fernando
y los dichos cangos an de tener dos / braças y codo en largo y en
esta manera se an conçertado y lo / replicaron la a de traer la
dicha madera el mes de mayo / asta san Juan primero que viene y para
ello se le de librança / de tres mill maravedis dando fianças
presente el dicho Fernando car / pintero que açeto heste conçierto
y lo complira y po no saber / firmar rogo a Alonso Lorença
carpintero lo firme por le de su nombre //
24/04/1607
que
atento que las casas
de la alondiga que se a caydo se va adere / çando y hes menester
tabla pontones çinca y setin y otra madera / se conçertaron con
Francisco de Pardiñas morador y vezino de Lagoa del / Balle Doro en
esta manera //
que el
dicho Francisco de Pardiñas dende luego bende y da a la dicha çiudad
/ la madera siguiente /
diez
dozenas de tablas de castaño buena y sana medida por escoxer / a
preçio de veynte reales /
ocho
doçenas de couçeyra de diez y nuebe palmos a preçio de nueve /
reales cada doçena /
mas diez
doçenas de barrote de castaño a preçio de dos reales cada dozena /
digo de dos reales y medio /
mas
doçe pontones de treze pies en largo a real y quartillo / lo qual a
de dar puesto en esta çiudad dia de San Juan primero que biene / a
su costa a los dichos preçios y en el dicho termino y dando fienças
de los / danos que sobre ello se causaren a esta çiudad se le dara
librança / para las dos terçias partes y lo restante se le pagara
el dia que / acabare de traer la madera con mas un eal para cada
carro / de madera que se traxera ansy lo probeyeron y mandaron / e
señalaron //
En
este encargo se incluye no sólo la madera para los pisos “diez
dozenas de tablas de castaño buena y sana” si
no también la que se usaría para las paredes interiores
“ocho doçenas de couçeyra” y
para la estructura de la fachada “mas
diez doçenas de barrote de castaño” “mas doçe pontones de
treze pies en largo a real y quartillo”.
En
mayo se encarga la pizarra del tejado a Gregorio Lopez y Pedro
Doaras, un total de 20 carros de losa,
01/05/1607
en la
ciudad de Mondoñedo al primero dia del mes de mayo / de mill y
seisçientos y siete años ante mi escrivano y testigos de yuso
escritos / paresçieron presentes de la una parte Gregorio Lopez y
Pedro Doaras / loseros vezinos desta çiudad y de Lendin como Pena
Paleo y Alonso Freyre / vezinos de Santiago de Lendin como su fiador
y todos tres juntamente / de man comun y cada uno dellos por sy y por
el todo renunçiando / la autentica presente (----) / dixeron que
todos tres / prençipales y fiadores se obligaban y obligaron con sus
per / sonas y bienes muebles y rayçes
avidos y
por aber de que daran / y pagaran en todo el mes de mayo en questan
deste dicho año / de seisçientos y siete veynte carros de losa
buenos y mar / chantes de dar y tomar buena y de buen tamaño puestos
/ y pagados en esta çiudad de Mondoñedo y junto a la casa de la /
alondiga y peso a su costa digo puesta en la losera a bista / de la
junta y regimiento de la persona que para ello fuese / nombrado cada
carro a quatro reales y en todo compliran / con el auto y conçierto
que se a echo por la justizia y regimiento / con ellos sobre la dicha
losa y donde no ellos prin / çipales y fiadores (---)
Ese
mismo mes se contrata con el cantero Juan Rodriguez el derribo de la
casa de Ynes Fernandez y el resto de paredes de los otros vecinos
colindantes que deberían levantarse de nuevo.
11/05/1607
en este
consistorio paresçio Juan Rodrigues cantero para se conçertar con
el / para derribar la casa y torre de Ynes Fernandes y las paredes
biejas conforme / a la casa del regidor Adan Diaz y el penal de la
casa de la casa del canonigo Albares / y açer los çimientos y por
desaçer toda la obra bieja de la dicha / casa se an conçertado en
diez ducados de los quales les man / daron dar librança y lo
señalaron /
Al
dilatarse el periodo de reformas es preciso renovar el contrato con
Alonso Lorenzo, incluyendo diferentes extras,
09/07/1607
en
este consistorio paresçio Alonso Lorenço carpintero y bajo la obra
/ de las casas de la alondiga con las condiciones siguientes en
treynta / y siete ducados y medio/ que se a de armar y cangar de
todo, que se a de apontonar / de tres apontonaduras , que se a de
açer dos escaleras para / el primero y segundo sobrado / que se a de
açer la delan / tera y asientos y encaxes para el ladrillo sin
ventanas / ny postes, que an de poner las bigas para las
apontonaduras / y aviendo sido apregonado por boz de pregonero sin
los / pregones que entes se an dado y aperçibido el remate / no
(hubo) persona que mas la quere poner y ansy se le / remató en la
dicha quantia y que se le yra dabndo dinero como / fueren haçiendo
la obra ansy lo probeyeron y mandaron /presente el dicho Alonso
Lorenço a quien yo escribano notifique el dicho remate. //
Destaca
el contrato específico para la fachada con “asientos
y encaxes para el ladrillo” pero
sin ventanas ni postes. En este momento y aún durante bastantes años
la referencia a postes cuando se trata de fachadas se relaciona por
lo general con las columnas que soportarían la estructura en la
primera planta y que crearían el soportal. En este caso a Alonso no
se le encargan los postes que en muchos casos eran de madera, tampoco
encontramos referencia ninguna de un encargo distinto a un cantero de
postes de piedra hasta que en diciembre de 1608 se da la obra por
terminada y apta para sacar de nuevo a concurso. Las columnas que
actualmente se conservan y que sabemos fueron apeadas de nuevo
durante las reformas de la casa de alhóndiga de finales del XVIII
son de tipo toscano, porte esbelto y marcado corte clasicista. Para
ser franco sería mas razonable encontrar este tipo de columnas en
una obra del S. XVII avanzado pero si las comparamos con las que
flanquean la puerta del primitivo consistorio, siendo unas exentas y
otras adosadas al muro, son claras las similitudes entre ambas y no
es descabellado suponer que las segundas pertenecen al periodo de
obra inicial de Pedro de Artiaga, sobre el 1570, es pues más que
probable que las que aún hoy sostiene la fachada de la primitiva
alhondiga pertenezcan a este periodo y puede que a la misma mano
experta. El que no aparezca su ejecución o encargo reflejada en los
libros no es demasiado extraño, realmente era una obra menor, las
que hoy podemos ver en el consistorio no se reflejan ni en el
contrato de la obra inicial ni en el de las reformas del XVIII, si
que se hace mención sin embargo de ciertos postes de cantería que
sostenían la fachada del edifico adjunto al consistorio que en la
década de los 70 del XVIII estaba funcionando como portada del
mismo. Unicamente se puntualiza y describe la obra en zaguanes cuando
estos se dispondrán con arcos, sea con pilares o columnas. La biga
sobre poste o columna era más un trabajo de artesano que obra de
arquitectura. Podemos pues suponer que el soportal de la alhondiga se
dispuso en el periodo edilicio de la corregiduría, en torno a los 80
del XVI, cuando se finaliza el consistorio y de mano de Artiaga el
viejo o el joven.
Finalmente
en mayo de 1608 se encarga a Bartolomé Fernandez que podemos suponer
carpintero ebanista, el resto de complementos,
22/05/1608
en la
dicha çibdad de Mondoñedo a veynte e dos dias del / mes de mayo de
mill y seisçientos y ocho años por / ante my escribano y testigos
paresçio presente // Bartolome Fernandez carpintero como pinçipal y
Pedro da Ca / bana carnyzero besinos desta dicha çibdad como su
fiador entranbos / y dos juntamente de man comun y cada uno dellos
por si y por el / todo renunziando las leis en su fabor (…..) al
dicho Bartolome Fernandez la obra de las casas de la / alondiga de la
dicha çibdad en duzendos y quarenta y nuebe / reales con las
condiçiones siguientes: que en todo / el mes de junyo primero que
biene deste dicho año el dicho Bartolome / Fernandes a de azer la
dicha obra que son todas las puer / tas y ventanas y grandes y
pequeñas de la dicha casa / ansy en lo alto como en lo bajo bodegas
y baballe / riza y las ventanas que salen para la plaza an de / ser
anpinazadas con cada una su postigo y las / puertas de las hescaleras
que son la hescalera / de la sala de abaxo y la puerta de la
hescalera de la / salla de arriba ansi mesmo an de ser apinazadas / y
todas las mas ventanas y puertas llanas / harmar la chimenea de la
casa de campana /y hazer el suelo y fundido de la dicha chimenea /
aderezar la tienda de abaxo donde se ben / de el pescado con su
puerta de manera queste buena / sollar los dos sobrados el primero y
segundo de / la dicha casa y la delantera de barrote y lo demas / de
rripas zerrar las hescaleras hes / tremar y azer dos aposentos en el
sobra / do de abaxo (….)
Este
será trabajo más fino y al detalle, donde entran ventanas
apinazadas, es decir con marco y entre paño, junto con otras
sencillas, los dos tiros de escalera de la planta baja al primer piso
y del primero al sobrado, la chimenea con campana y su suelo (las
cocinas empiezan ya a disponerse en las plantas altas) preparar la
tienda del bajo “donde se bende el pescado” , finalizar
los pisos o “sobrados”, encajonar las escaleras y terminar
los muros exteriores en su cara interior, de barrote y ripas.
Se
da por terminada la obra en 15 de diciembre de 1608.
15/12/1608
que
por quanto la çiudad tiene adereçadas las casas de cosistorio / de
la alondiga esta aderesçada para arrendar y questa puesta / en
quinientos reales por Pedro Romeo (…)
Aunque
en esta historia nos faltan partes, desconocemos por que se cambia de
carpintero por ejemplo, con lo que queda apuntado en el libro de
consistorio podemos hacernos una idea de como el resultado final
dista poco, cuanto menos en esqueleto, a la fachada que podemos
disfrutar hoy en día. Precisamente por servir como inmueble público
durante tanto tiempo las reformas que ejecutan en el sus últimos
propietarios, la familia Louro, son mas bien escasas, puede que
ampliasen las luces, aunque no es seguro que esta obra no fuera a
cargo del consistorio luego de las reformas del XVIII, y desde luego,
alteran completamente la fachada de la tienda, sustituyendo la
primitiva que debió ser bien humilde por la historicista actual en
el S. XIX. Por lo demás es el momento de poner en el mapa un nuevo
inmueble histórico para Mondoñedo, la alhóndiga medieval para que
todos nuestros visitantes puedan conocerla junto con su dilatada
historia.
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