NOTAS DEL MONDOÑEDO RENACENTISTA Proyecto de obra de reforma de un inmueble del XVI
No es novedad para ninguno de los que nos dedicamos a
desentrañar los secretos ocultos del urbanismo de una ciudad, que para este
trabajo de arqueología de elementos vivos, donde más se trabaja a modo de
forense que de paleontólogo si se me permite la comparativa entre inmuebles y
organismos vivos, que es muchas veces preciso trabajar con documentación
moderna para aprehender parte de los movimientos estructurales que sufre la
ciudad y de los que no solo se conserva memoria descriptiva sino gráfica. Este
es el caso de las licencias de obras que empiezan a depositarse en archivo a
partir de la segunda mitad del S. XIX.
Antes de esta fecha las descripciones
de viviendas particulares son, como hemos tenido la oportunidad de comprobar,
muy podo elocuentes y sus reformas o reconstrucciones suelen aparecen
documentadas solo cuando representan algún inconveniente punible para las
ordenanzas municipales. Apenas en contados casos nos encontramos con planos,
trazas o mapas en caso de pleitos sobre derechos de paso, luces, aguas etc.;
por lo demás la documentación gráfica es prácticamente inexistente antes del
1850.
Este material, claro está, por su más
que reciente producción, debe tomarse con cautela pues solo representa una fase
del proceso transformador propio de cada organismo vivo que son las
construcciones urbanas, una casa puede ser reconstruida poco después de una
obra importante de reparación por diferentes motivos tanto naturales
(incendios, inundaciones etc.) como antrópicas intencionados (cambios de
proyecto de uso, expropiaciones, etc.). Sin embargo con el debido respeto y
prudencia, en este material se nos ofrece una información de gran importancia.
Desde luego analizaremos varios casos,
pero para empezar me inclino por presentar el proyecto de apertura de vanos de
uno de los inmuebles mas hermosos que conservan trazas renacentistas de nuestra
ciudad. Se trata del que hoy se levanta al final de la calle Alfonso VII,
primitiva rua de los Ferreiros cercano a la puerta de la
muralla homónima, que igualmente conocemos como de las Angustias.
Especular sobre el motivo que en su
momento llevaría a engalanar de un modo tan especial la puerta principal de
esta casa es, de momento un ejercicio inútil, apenas debemos recordar que este
tipo de trabajo no era nada común el Mondoñedo renacentista, incluso los
palacios con más renombre no cuidaban su fachada de este modo; además destaca
la completa ausencia de otros elementos fuera de la puerta de acceso, como piedras
de armas, otros vanos de noble traza etc.
El aspecto actual de la fachada de esta
casa nos lleva a reformas de la primera mitad del XX, gracias al diseño que se
hizo para la apertura de una ventana adornada (que en el aparece en encarnado)
nos hacemos una idea de su aspecto original. Desde luego tremendamente modesto
lo que nos lleva a pensar en un posible primitivo uso público.
La traza de la puerta es plenamente
renacentista, particularmente de la primera mitad del S. XVI, en el momento des
diseño del alzado que presentamos se reconoce como casa particular
perteneciente a doña Enriqueta Varela marcada con el número 18 de la calle
Padilla.
El aspecto cuadrangular de las luces
superiores que vemos en el diseño no anima a considerar que estar puedan ser
tampoco especialmente antiguas, semejando ser producto de aperturas en el muro
del XVIII o XIX.
Puesto que en el expediente se informa
que la intención del mismo es solicitar la duplicación de este vano abierto en
1894 nos hemos permitido hacerlo nosotros para mostrar una imagen de cómo había
quedado la obra en torno al 1900,
E igualmente cómo debió estar antes de abrírsele
tales luces,
No resulta complejo, con este pequeño
juego de imágenes, observar como la puerta principal está completamente
descentrada, lo que nos lleva a pensar que el inmueble original creció cuando
menos cara una de sus pandas absorbiendo solar vacío u otra casa colindante, lo
que nos permite imaginar una planta original mas cercana al modelo de plaza o
doble plaza medieval de entre 5 y 7 metros de ancho y mas cercada a la imagen de
torre. Alteración a la que le hemos retirado los vanos superiores pues no
pertenecen al periodo de obra de la puerta y desconocemos como pudieron ser los
originales.
Para terminar con una visión actual.
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