El archivo municipal, orígenes
Con la
entrada de cada nuevo año, se repetían con regularidad una serie de pasos
imprescindibles para renovar el concejo y poner en funcionamiento el que serviría
a la república de la ciudad en el entrante. Todos los cargos eran renovados, y
en algunos casos se contemplaba la obligatoriedad de que no pudiese repetir en
ellos la misma persona. De mano del poder temporal de la ciudad llegaba el
nombramiento directo vía provisión, del alcalde mayor, este era el título con
vara de mando y de justicia más importante en el consistorio y serviría de
puente entre el obispo y el cabildo y el resto de regidores, es decir entre el
poder eclesiástico y el civil. El cargo de alcalde mayor no era desdeñado
aunque colocaba a su titular ante una situación de dualidad de lealtades muchas
veces complicada, así en ocasiones vemos como pedía ser relevado en medio de su
año de gobierno, o el regimiento pedía que se sustituyese por ser demasiado
parcial.
Los alcaldes ordinarios eran elegidos
por el obispo entre varias opciones que proponían los regidores, y el
procurador general lo decidía el concejo entre tres hombres competentes de la
ciudad, propuestos igualmente por el regimiento.
El puesto de procurador general no
siempre era aceptado con gusto, conllevaba la custodia de las cárceles del
concejo y, participar en repartimientos, libranzas, alcabalas y demás
circunstancias poco populares.
Otros oficios llegaban durante el
primer mes del nuevo año, de mano de provisiones tanto reales como del cabildo;
escribanos, escribano de concejo, alguacil, etc.
Arca de consistorio S. XVIII
Formado el nuevo concejo se repartían
competencias, como los repartimientos de la alcabala, o el los
cuidados y reparos necesarios en la ciudad y arrabales que correspondían por zonas a
diferentes regidores.
Igualmente se recibían juramentos de
cada nuevo cargo y fianzas de los mismos, y se teatralizaba el traslado de
poderes con la entrega de las herramientas propias de cada uno. En el caso del
procurado general eran las prisiones, es decir las cadenas, grilletes, ferropiés
etc., y las medidas pues parte de sus competencias era custodiar las medidas
oficiales del ayuntamiento. Para el hospitalero se entregaba el control y
acceso al hospital de San Pablo y se le requería recuento de utilidades del
mismo y de necesidades, y para el escribano o secretario se le entregaba, de
manos del anterior, la llave del arca donde se custodiaba el archivo de la
ciudad.
No podemos aclarar con seguridad si,
antes de edificarse el palacio de la ciudad, el arca de concejo se mantenía en
la sala donde se hacía consistorio o peregrinaba por las casas de cada
escribano. En todo caso es habitual que
nos encontremos con problemas menores a la hora de entregar todos los documentos,
por lo que es de suponer que cuando menos una parte de ellos cambiaban de
domicilio con la llegada de cada nuevo año administrativo. Igualmente hemos
podido leer como se renueva el arca de archivo[1], como
en algunos casos se concreta el uso o encargo de una con tres llaves y en otros
simplemente con una. Pero a lo que no estamos acostumbrados es a que se haga
inventario de las escrituras que contenía. Esto sucederá en el año de 1580 por
primera vez, y con este inventario se nos ofrece una imagen bastante clara del
funcionamiento e importancia del archivo municipal en estos primeros años de la
edad moderna.
Dentro del inventario que se nos ofrece
vemos que un documento de especial importancia, que además se conservaba
independiente de los demás en una caja de madera era la carta puebla de la
ciudad o “el prebilegio de la çiudad en
una caja de palo que hes el original que
le entrego Rodrigo Yanes”.
Junto a este se remarca también el libro de concejo
actual, y otros que suponemos serán los pasados, a la par los libros de cuentas y cobranzas y el
libro de ordenanzas. Otros documentos sueltos más o menos antiguos se habían conservado
más por casualidad que por necesidad, sobre todo los referentes a los derechos
de la ciudad, que en todo caso se trasladarían al libro de consistorio o al libro
de ordenanzas. Únicamente nos encontramos los originales cuando la
circunstancia tratada había dado problemas durante su curso, como las
competencias a nivel de prisiones, o los derechos de los vecinos en detrimento
del clero.
El resto de documentación era la que
servía para uso cotidiano y que aún era necesaria en pleitos que estaban en
liza, principalmente documentación fiscal, en este año vemos como se conserva
el repartimiento sobre el Puente de Betanzos que no pocos quebraderos de cabeza
había traído a la ciudad, y los pleitos por encabezado de provincia con Viveiro
y Ribadeo. Algún documento suelto de poco valor, como ejecuciones de alcaldes
ordinarios que, luego de su traslado al libro de consistorio, perdían utilidad
práctica y hasta un arancel de merceros, es decir un cartel donde se marcaban
los precios límites de los productos que se vendían en estos comercios, y que
se reproducía para que cada mercería dispusiera de uno expuesto al público.
De todo el caudal de instrumentos del que
se nos hace referencia en el día a día de la administración del concejo, parece
claro que solo unos pocos originales eran preservados, en parte porque la mayoría
de estos permanecían registrados en los índices de los escribanos, y en parte
porque el testimonio del escribano de concejo y de los regidores convertían sus
traslados en efectos completamente legales a ojos de justicia. No será hasta bien
entrado el siguiente siglo que empecemos a encontrarnos con provisiones reales
en los fondos del actual archivo municipal, al igual que con padrones para
repartimientos, escrituras de contrato, cartas de pago etc. Aunque bien es
cierto que una buena parte del fondo documental de nuestro ayuntamiento se ha
perdido hace pocas décadas, no sucede tanto con los instrumentos más antiguos
como con los generados a partir del S. XVIII, muchos con trazas, planos,
hermosos mapas y documentos impresos, atractivos para coleccionistas en general.
Hemos perdido el libro de ordenanzas, y los más antiguos libros de consistorio,
desapariciones que nunca serán suficientemente lloradas, pero aparte de estos, nuestro fondo documental más antiguo se
conserva razonablemente intacto.
En Mondoñedo a dos dias del mes de março año de mill e quinientos e
ochenta / años estando juntos los ylustrísimos señores bachiller Joan de Cora
alcalde / mayor de Mondoñedo por su señoria reverendisima Luys de Luazes
Franciasco Fernandez de / Cornyde regidores de la dicha çiudad Pedro Gutierrez
de Quiros / vezino de la dicha çiudad entrego las escripturas libros
prebilegios / y otros autos tocantes a la çiudad queseaban en su poder /
Primeramente este libro de consistorio /
El libro biejo de las cuentas de la çiudad asta la pos / trera cuanta
que se tomo a Dimingo Fernandes procurador general que / fue de la çiudad /
Otro libro nuevo en que dio su cuenta de la cobranza / del año de
setenta e nuebe questubo a su cargo /
Un libro de las hordenazas de la çiudad /
Otros çinco o seys libros biejos en que se solian / asentar algunas
cosas de la çiudad /
Un mazo de papeles que son quinze piezas / en los quales hay las
escripturas siguientes /
Una hesecutoria de la paz y campanas que tiene el / señor regidor
Luazes
Una carta de pago de la çiudad de zyerto juro /
Execucuçion a Fernan Gomez sobre la casa de la alhondiga /
Una probision de execuçion sobre las alcabalas /
Un auto del señor obispo don Gonçalo de Solorçano sobre la pre /
eminencia de la carçel de conçejo /
Probision sobre la capitanya de las armas y pol / bora /
Ynformaçion de cómo los vesinos de la çiudad son libres / de no dar
camas ny aposentos a los criados del / obispo /
Dos execuçiones de alcaldes hordinarios del tiempo de / Fernan Dares
Probisión para que se guarde la costumbre de hazer / regimiento dos
bezes en la semana /
Probisión ynserta la prematica de la caza /
Mas entrego el prebilegio de la çiudad en una / caja de palo que hes el
original que le entrego / Rodrigo Yanes //
Entrego mas los despachos y recaudos tocantes a los seys / años que se
repartios en esta probinçia los dozientos y se / tenta ducados para el
hedifiçio de la puente de Betanzos de cada / un año en que ay los papeles siguientes
/
Carta de pago del año de setenta e tres en quel dicho Pero Gutierrez /
fue procurador general por la qual se pagaron a Vasco Lopez de Castañeda / los
dichos dozientos y setenta ducados /
Carta de pago del año de setenta e quatro con lo que pago / la çiudad
de la que dexo de pagar el lizenciado Labrada el dicho ano / en que ay la
quenta que tomo Gonçalo Alonso escribano y tres cartas de / pago originales de
lo que pago el dicho lizenciado Labrada y Pero Fernandes / (+-1) y otras cinbco
scripturas todo tocante al / dicho año de setenta e quatro /
Carta de pago del año de setenta e çinco de los doscientos / y setenta
e quatro que pago Rodrigo Lopez Teixeiro depositario / y cobrador de los dichos
maravedis /
Carta de pago del año de setenta y seis de cómo pago aquel / año
Sebastian Diaz de Carballido procurador general /
Carta de pago del año de setenta y siete de cómo pago Rodrigo Peres /
el dicho año /
Carta de pago del año de setenta y ocho que pago Domingo Fernandes / en
la qual carta de pago esta un auto de deposito de cuarenta / y ocho ducados que
quedaron en poder de Bautista Lopez en los / quales dichos recaudos entrego los
autos de bista e re / bista que esta çiudad tiene contra la çiudad de Betanços
para que se / asiente a cuenta y el alguacil les compela a su costa /
Entrego a si mismo la executoria que esta çiudad tiene de cabeça de pro
/ binzia con la billa de Bibero /
Otra executoria de lo mysmo contra la billa de Ribadeo /
Un arancel de los merçeros /
Dos despachos que ynbio el secretario Ares Gonçales del los negocios /
en que esta entendiendo en la corte sobre el boto deste reyno /
Tres execuçiones de alcaldes hordinarios del tiempo que fue secretario
//
Dos probisiones contra los reçeptores de las alcabalas / en que moneda
la an de reçebir los maravedís /
La carta executoria que tiene la audiençia y redimiento sobre el elegir
/ de los alcaldes hordinarios la qual executoria (+-1) el señor regidor Luys
/ de Luazes
Los dichos señores reçibieron las dichas scripturas y en bien lugar / y
mandaron se metiesen en la arca de consitorio y para / el dicho hefeto se
quedaron en poder del secretario para presto? / las llebar a la dicha arca y
los dichos señores lo firmaron / de sus nombres las quales escriptutas luego se
metieron en la arca/
5-III-1580
En este consistorio se metieron las scripturas sobre dichas que / abia
entregado Pero Gutierrez secretario que fue de consistorio y es / presado en el memorial de arriba en un cajon
çerrado / con llabe y se entrego la llabe del a Jacinto Rodrigues (¿?)
secretario de con / sistorio asta que otra cosa se mande por los dichos /
señores y se le de horden donde se ponga el prebilegio desta / çiudad /
[1]
Actualmente en el consistorio mindoniense se conserva un arca de madera de
nogal con el frente abalaustrado, de
tipología popular del S. XVIII con tres cerraduras, posiblemente la última que
se conservó en el viejo edificio antes de que este método fuese descartado
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