Venta de oficios de 1616 (2) la alhóndiga, los pesos y el portazgo
El juez Pedro de Frías Cascales, para la averiguación que inicia sobre los oficios de propios de que dispone la ciudad de Mondoñedo, usa de cuatro testigos que se podían considerar fiables, mayores de 40 años de edad y con reputación de hombres buenos, y de la compilación de los datos que estaban en poder del concejo a través de una petición directa al notario de ayuntamiento Domingo Bermúdez. Como testigos no oficiales toma declaración y juramento a Bartolomé de Barxa, partero de la ciudad de edad de 60 años más o menos como hombre viejo y conocedor de las costumbres de sus vecinos, a Gonzalo Martínez, platero y aferidor de los marcos concejiles que se usaban para servir de testigo para las demás medidas de la jurisdicción, a Juan Díaz de Reboredo, alcaide de la cárcel, carpintero y aferidor de las medidas de madera y Pedro Gómez arrendatario de la alhóndiga. Aunque al final de este artículo incluiremos cada una de las declaraciones para que pue