Una Alhóndiga huídiza, historia del urbanismo menor en Mondoñedo (3)
Continuando
con la anterior entrada procederemos ahora a intentar relacionar cada una de
las casas que se reflejan en el padrón de 1856, con las que actualmente podemos
ver.
Barrio de la plaza (1856) / Padron
de vecinos cabezas de casa , de los de los que egerzen o disfrutan alguna
profesion, industria, espe / culacion, comercio y pensiones, con espresion del
numero de individuos de que consta cada familia / Plaza de la Constitución / Nombres de los cabezas de casa y de los /
que disfrutan industria y pensión Industria
que egercen y en que concep / to disfrutan pension / Numero de /
individuos de ca / da familia / (en
columnas) / 1 (sig) D. Ramon Sanjurjo
y Pardo (sig) Abogado (sig) 8 / 2 (sig) D. Maria Montenegro y Villamar (sig)
Comerciante (sig) 9 / D. Candido Martinez su hijo(sig) abogado / 3
(sig) D. Jose Maria Pardo Comanandante de egercito (sig) comandante de egercito ausente (sig) 4 / 4
(sig) D. Valentin Seijo (sig) Boticario, Notario de Asiento y Propi / etario
(sig) 7 / 5 (sig) D. Antonio Losas (sig) Abogado (sig) 3 / Doña Maria
Fernandez Trabanco (sig) Goza viudedad de montepío militar (sig) 3 / 6
(sig) Doña Patrocinio Luaces (+-1) ausenta (sig) Propietaria (sig) 4 / 7
(sig) El Palacio Episcopal / 8 (sig)
D. Jose Maria López(sig) Arzipreste (sig) 4 / 9 (sig) D. Jacinto Romualdo Lopez (sig) Maestro de primeras letras comerciante (sig) 7
/10 (sig) Francisco Alonso Sastre con tienda abierta /
Bernardo Alonso(sig) iden Jornalero /
Antonio Alonso (sig) Iden Iden / Ysabel
Vermudez madre de estos (sig) Panadera (sig) 6 / 11 (sig) Sin habitantes / 12(sig)
D. Pascual Louro (sig) Comerciante y Propietario (sig) 5 / 13(sig) D. Manuel Louro (sig) Propietario
(sig) 3 / 14 (sig) D. Pedro Leibas
(sig) Comerciante y Guarnicionero (sig) 4
/ 15 (sig) D. Jose Villaamil
Alvarada (sig) Propietario (sig) 6 / 16
(sig) D. Vicente Miranda (sig) Propietario / D. Tiburcio Miranda Abogado (sig) 09
/ 17 (sig) D. Domingo Lastra (sig) Capitan Retirado y propietario (sig) 4 / 18
(sig) Doña Josefa Fernandez Ramos (sig) propietaria (sig) 3/
Antes de
empezar deberemos tener en cuenta la enorme movilidad de suelo urbano
construido que acontece desde finales del XVIII, en muchos casos no sólo los
inmuebles se vendían rápidamente sino que muchos propietarios vivían en
diferentes lugares del país y arrendaban sus propiedades a otros que a su vez,
en ocasiones así lo hacían a terceros. De ahí que resulte complejo localizar
una plaza por el nombre de su propietario. En este esquema, nos guiaremos por
tres puntos que podemos considerar más o menos estables, la alhóndiga marcada
con el número 12, el palacio episcopal con el 7, la casa de José Villaamil
Alvarado con el 15 y la de Domingo Lastra con el 17. Posiblemente el único que no ha variado con
completa seguridad sea el Palacio Episcopal, pero supongamos que el resto
coinciden con las plazas o medias plazas actuales y con estos datos comencemos
a trazar un plano hipotético que luego intentaremos hacer retroceder en el
tiempo.
Primeramente
las casas 1 y 2, las pertenecientes a Ramón Sanjurjo y Pardo y a doña María
Montenegro y Villamar y su hijo don Cándido Martínez Montenegro. con el frente
asoportalado en la cabecera de la plaza,
la última que comparte espacio con la llamada Plazuela del Mercado. Hoy este edificio se cuenta como parte de la
actual Pardo de Cela, pero, parece lógico que en su momento, y presentando
frente y entrada directa a la plaza previa a la reforma de los años 60, la
numeración de esta empezase a contar desde ese punto.
En general,
este es un edificio de trazas barrocas populares, asoportalado, con columnas de
orden toscano muy popular que incluyen ciertos adornos en basas y capiteles. En
principio podemos datarlo en la segunda mitad del S. XVII.
Vista de este inmueble en la primera mitad del S. XX
A
continuación podemos considerar las viviendas marcadas con los números 3, 4, 5
y 6 formarían la panda siguiente de la
plaza. Actualmente están completamente reformadas y carecen de interés
especial, cunado menos para este periodo y otros anteriores.
Luego de la
plaza que ocupa la Catedral, encontramos el Palacio Episcopal marcado con el
número 7 en este padrón, lo consideraremos un punto de referencia, con el
podremos saber hacia donde contar pues en el momento en que se formaliza este
documento su aspecto debía ser prácticamente el mismo que hoy y ocuparía
igualmente el mismo espacio. Es un inmueble muy bien documentado y del que no
cabe duda alguna, cuando menos en esta fecha tardía.
Palacio episcopal, foto Laurent
Las casas
8, 9 y 10 mantienen hoy en día distribución en planta, una de ellas sabemos que
la vemos igual que se vería en 1856 pues en la rejería de los balcones de su
tercer planta se puede ver la fecha 1838. Estas tres casas, pertenecientes o
habitadas en su momento por José María López arcediano de Montenegro, Romualdo López,
profesor en el seminario, poeta y músico, y la familia Alonso merecen que nos
detengamos un poco más por ser ejemplo vivo de las rápidas evoluciones que los
frentes de casa sufrieron desde finales del XVIII hasta finales del XIX en la
Plaza de la Catedral mindoniense.
Puede que a
nivel gráfico el apoyo más sólido de que dispongamos, amenos de momento sea la
postal del Fotógrafo Jean Laurent, muerto en 1886 y que en la década de los 60
de este siglo se dedicó a tomar fotografías de buena parte del territorio
nacional y componer con ellas postales. Si suponemos que la que conocemos en
que se ve la Plaza de Mondoñedo es de esta década, mas bien de finales que de
principios, no nos aporta mucha información, realmente es más que posible que
en el momento de la elaboración del padrón que utilizamos las fachadas de estas
tres casas estuviesen prácticamente igual.
Los cambios
son menores, y se limitan a reposición de carpintería en balcones y forja, así
los trabajos de forjado artesanal que se ven en la casa que tendría el número
9, se quedan relegados a los interiores, mientras que los exteriores que
cuelgan a la vía pública se sustituyen por otros de fundición, probablemente de
los que en ese momento se estaban comercializando en gran cantidad montados en
la cercana fábrica de Sargadelos. Consideraremos pues la fecha de 1838 que
vemos en la reja interior de uno de estos, como en la que este inmueble crece
en altura y muta en forma.
Continuando
con la estructura básica de la fachada, podemos ver que los tres disponen de
balcones con volado, y que todos los volados estar cercados con cierre de
fundición, mientras que solo en un caso se conserva el cierre de forja y este
será el que aparece fechado. Podemos considerar los vanos con volado
posteriores al que no dispone de el e
igualmente posteriores a las luces a modo de ventana simple. Finalmente las
galerías son un elemento muy reciente y que probablemente pertenezcan a
reformas de mediados, finales del XIX donde se unen varias luces sin salido
cerrándolas con una estructura de madera o fundición. Otra posibilidad sería la
trasformación de los balcones corridos abiertos antiguos, presentes desde
tiempos bajomedievales en otros cerrados, sea como fuere la galería acristalada
es una moda completamente novecentista.
Misma manzana en los años 30 de la pasada centuria
Arriesgándonos
un poco más sin caer en lo imposible, la casa que llevaría el número 8 y que
pertenecería al arcediano de Montenegro y posiblemente al cabildo, presenta una
fachada de ladrillo revocado, balcones con salido y galería, soportada por
cuatro columnas cuadrangulares con capitel igualmente cuadrangular. Las luces
de la planta baja están enmarcadas con perfil de sillería sencillo, con orejas
cuadrangulares y sin chaflanes. Así podemos casi asegurar que toda esta obra es
de la primera mitad del S. XIX, reconstruida a cimientos, sin rastro de la
estructura medieval.
En la actualidad
El inmueble
número 9 parece encajar en la fecha que vemos en la reja de su balcón.
El número 10, que
tradicionalmente se considera el lugar donde se levantaba la alberguería (El
hospital de San Pablo) tiene toda la fachada de sillería, con los mismos
elementos que la número 8, balcones con salido y galería, en este caso la
fachada descansa en tres arcos igualmente de sillería y tres pilares sencillos,
cuadrados y sin decoración, los vanos de la primera planta iguales a los del
numero 8. No se observan discontinuidades en la sillería que sucederían si se
hubieran abierto luces mayores o más número de ellas, y los elementos en la
planta desván son idénticos que los del resto del inmueble, nada hace pensar
que se aprovechase parte de un edificio anterior para construir sobre el, francamente
parece obra toda de la misma fecha y a cimientos, igualmente de la primera
mitad del XIX.
Con este breve análisis podemos
ver como la manzana del hospital mutó completamente a principios del XIX, y difícilmente,
con los restos que podemos ver hoy, podremos reconocer su distribución anterior,
menos aún la medieval, por supuesto.
Comentarios
Publicar un comentario